Dedicaremos este txoko para las preguntas más comunes de los interesados que se acercan a AGE y las que se hacen en las conferencias. Podrás encontrar referencias de las dudas que te surjan y comunicarnos las tuyas para que sean respondidas por un profesional.
Se denomina medicamento genérico a aquel que se vende bajo la denominación de su principio activo y bioequivalentes a la marca original, lo que implica que tienen la misma composición y biodisponibilidad. Los genéricos son igual de eficaces y seguros que los originales y su menor coste se debe a la ausencia de gastos de investigación porque la Administración no les exige para comercializarlos y también por su ausencia de publicidad. Una vez de empezar el tratamiento con un genérico, conviene continuar siempre con la misma marca.
Conviene tener una organización de la toma de medicamento y tomarlos al rededor de la misma hora, pero se acepta un margen de una hora antes o después sobre la prevista. En el caso de olvidar una toma, no conviene duplicar la dosis en la siguiente toma de medicamentos. Si nos hemos dado cuenta pronto del olvido es mejor tomarla entonces aunque sea tarde, salvo que la siguiente dosis esta ya próxima en pocas horas. El exceso de medicamento puede provocar mareo o sueño transitorios pero su falta es peor porque aumenta el riesgo de crisis. Le mejor forma de evitar dudas sobre si se ha tomado o no la pastilla es organizar los medicamentos en un pastillero con departamento para cada toma de donde se saca la pastilla y se puede confirmar posteriormente si se ha tomado o no. Un paciente informado es un paciente más cumplidor y debe saber cómo se llama el medicamento y cada cuánto tiempo tiene que tomarlo, con o sin alimentos. Disponemos de dicha información en el prospecto en la misma caja de fármacos la cual debe estudiarla cada paciente. Los prospectos informan de muchos efectos secundarios. No debe pensar que va a sufrir todos ellos ni mucho menos. Consulte sus dudas con el médico.
Todos los métodos anticonceptivos pueden ser utilizados por personas con epilepsia. Estos incluyen tanto los métodos barrera, como los basados en el cálculo del ciclo mensual y los anticonceptivos hormonales. Los métodos hormonales los más eficaces en la mayoría de las mujeres (3% de fracasos en el primer año), aunque en la mujer con epilepsia este porcentaje puede aumentar hasta un 6%. Algunos fármacos interfieren especialmente con el tratamiento hormonal. Siempre debe informar al médico que resolverá lo más adecuado para cada mujer.
La ley española prohíbe la conducción de vehículos a motor a las personas con epilepsia activa que hayan presentado crisis en el transcurso del último año. Para obtener la licencia debe acreditar esta situación en el centro de reconocimiento mediante un informe favorable emitido por su neurólogo. En el caso de que se considere apto, se concede el carnet de conducir por un periodo inferior al normalmente establecido. El carnet para conducción profesional está sujeto a otra normativa mucho más restrictiva.
Factores como la falta de sueño o alteración de ritmo de sueño, el estrés o la ingesta de alcohol, pueden favorecer la aparición de crisis. Es favorable para el organismo, dormir las ochos horas diarias de forma ininterrumpida. Se recomienda un horario de sueño regular y suficiente para el descanso necesario según la edad, entre 7 y 10 horas. El sueño influye más sobre las personas con Epilepsia Generalizada.
El alumno epiléptico puede tener un rendimiento normal e incluso por encima de la media si no tiene ninguna otra afectación cerebral, como ocurre con frecuencia. Algunos síndromes sí pueden afectar al rendimiento si ocurren crisis frecuentes que pasan desapercibidas, como por ejemplo en la epilepsia ausencia de la niñez. También los fármacos pueden afectar a la atención y la memoria. Es importante estar al tanto al respecto cuando se inicia un nuevo tratamiento para comunicarlo al médico y evaluar el grado de beneficio con relación a este efecto secundario. Por lo demás al alumno debe exigírsele como a los demás y sin sobreprotegerle. La información al profesor sobre los que el niño puede y debe hacer y sus limitaciones, que suelen ser pocas y concretas, es imprescindible para evitar tanto los riesgos como la estigmatización.
Debes evitar beber alcohol si sufres epilepsia. El alcohol puede facilitar que te dé una crisis. El consumo de alcohol puede aumentar la frecuencia de crisis, aumentando la excitabilidad de las neuronas y por tanto haciendo que se den más fácil las condiciones necesarias para convulsionar. En otras palabras, el alcohol disminuye el “umbral” de excitabilidad cortical. Se altera el patrón del sueño fisiológico (que es uno de los factores desencadenantes de las crisis epilépticas más reconocidos). El alcohol interacciona con la medicación antiepiléptica, a la que puede no dejar ejercer su función, e intensifica los efectos secundarios.
Uno de los problemas que tienen muchas personas con epilepsia, en el año 2015. La epilepsia da tanto miedo porque, como dijo Aristóteles, el ser es la palabra y la palabra es el ser, y cuando un individuo pierde la palabra, pierde el ser. La gente en vez de ayudar tiende a salir corriendo cuando un individuo se desconecta dos tres veces. Además, la epilepsia ha tenido muchas épocas históricas, pero siempre ha tenido una connotación sagrada, y desde luego no es fácil integrar al que está tocado por los dioses. Julio Cesar que era epiléptico, era por el mal de los dioses; en la Edad Media, casualmente las epilépticas eran las mujeres, y se las quemaba por brujas: Juana de Arco es sólo un ejemplo. Los epilépticos eran generales posesos y las epilépticas, santas o brujas. Hipócrates ya dijo que era un mal del cerebro, pero todavía hoy muchos creen que es estar loco. Donde más discriminación sufren es el mundo laboral, no lo echan por epiléptico porque es inconstitucional, pero lo echan por otras cosas. El desconocimiento a cerca de la enfermedad hace que la gente actúe de forma incorrecta y también el hecho de que algunos pacientes aún no reconozcan que tengan epilepsia, les hace que su entorno tampoco los acepte debidamente.
Lo primero será acudir a tu doctor de cabecera. Será quien empiece a tramitar los informes necesarios para el especialista. La derivación desde el médico de cabecera hasta un psicólogo o pediatra no suele dilatarse más de un mes. En casos urgentes, un par de días. La Cobertura de Osakidetza está a la cabeza de España y por detrás de Europa.
Un problema que se plantean con frecuencia las personas con epilepsia es si decir que padecen epilepsia en el trabajo. Esta decisión debe tomarse tras meditar convenientemente las ventajas y desventajas que puede suponerle a cada persona el decir que padece epilepsia en el trabajo.
Si tienes alguna enfermedad crónica que requiere medicación, tendrás que preguntarle al médico que hasta el momento ha estado controlándola si se puede suprimir o suministrarla en dosis inferiores. En el caso de sufrir epilepsia o presión sanguínea alta, y que se estén tratando para esta dolencia, tendrá que consultar previamente al médico si es posible llevar un embarazo normal a término sin riesgos, ya que en principio, tendría que serles retirada la medicación con todos los riesgos que eso conlleva.
A parte de los beneficios que aporta el deporte, su práctica puede ser beneficiosa para un aumento de la autoestima, mejora del equilibrio, ganancia en el tono muscular, mejora de la concentración, y sobre todo verse integrado entre iguales. Los deportes en equipo son los más adecuados para una persona con epilepsia. Y en determinados deportes como puede ser la natación, sí van a ser necesarias una serie de medidas, sobre todo si el paciente no tiene las crisis totalmente controladas, como nadar al lado de gente que sepa nadar, porque es tarea de varias personas sacarle del agua en caso de crisis.
A lo largo de toda la vida aunque, en la infancia y la adolescencia y en la edad adulta cuando más. Alrededor del 75% de los epilépticos inician el problema en las dos primeras décadas de la vida, lo cual es explicable porque el cerebro inmaduro tiene más facilidad para producir descargas anormales y conforme el individuo aumenta en edad, la frecuencia de las crisis disminuye.
Preguntas respondidas por el Dr. Juan Bautista Espinal, Neurólogo del Hospital Universitario de Donostia.
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